martes, 16 de febrero de 2010

¿Que acaso no escuchas mi lamento?

Cada pensamiento está basado en una realidad que no puedo cambiar, de un destino que me hace llorar lágrimas vehementes.

Olvidarte es mi deseo, llegar a odiarte mi anhelo, ¿cómo lo hago si no puedo?

Este corazón lleno de heridas y amarguras busca incesante la cura a ese mal que lo destruye poco a poco en silencio; Y se aferra a ti creyéndote su salvador mas en sus adentros sabe que eres el único causante de su dolor y dueño absoluto de su perdición.

Me has condenado a noches sin luna, que ilumine mis madrugadas sombrías, grises llenas de bruma, has hecho de mi existencia un desguarnecido tormento.

¿Que acaso no escuchas mi lamento?

Te lo juro que si pudiera desenterrar este amor que siento por ti en mi corazón, si lograra olvidarte, si fuera capaz de desear por un solo segundo no haberte conocido, si yo dejara de ser quien soy, te lo prometo que pediría no sentir lo que afirmo, pero no lo consigo, lo he intentado, lo he suplicado una y mil veces, lo he reclamado al cielo… mas no lo obtengo…

Olvidarte es mi deseo, llegar a odiarte mi anhelo, ¿cómo lo hago si no puedo?

Si a cada segundo crecidamente te ambiciono, se relega el enojo, dejo de lado tu abandono… se me borra de la memoria y triste te adoro y te adoro pero internamente sollozo el ramalazo del aborrecimiento.

¿Que acaso no escuchas mi lamento?

Despedaza mi pecho, mas no se cálcame lo que siento, ¿qué es lo que me has hecho?

Cada pensamiento está basado en una realidad que no puedo cambiar, de un destino que me hace llorar gotas de sal.

1 comentario:

  1. me gusta la forma en que escribes, tu musa es encantadora... felicidades....

    ResponderEliminar