jueves, 29 de abril de 2010

Omnipotente

Muriendo de amor, viviendo en el dolor, el rencor corroe mi corazón, mi alma se haya herida, mi ojos no han visto tu llegada, no acepto tu partida.

Las salidas no existen, la entrada desapareció, estoy vagando en el limbo de un amor.

Cuan cuerpo fallecido se pudre mi alma, también difunta, gravita inutilizada sin quimeras, sin anhelos sin caída.

Por torpeza de mi pesar he venido a parar al más lejano término, no tengo boleto de retorno ni mapa del lugar, tendré que inventar un camino si quiero regresar.

Como vagabundo sin rumbo andaré por doquier, tratando de encontrar el centro de mí ser, que una vez vi… desaparecer.

Correr y correr es lo que me espera, cuan grande es mi pena, nada me libera de esta eternidad enclaustrada entre rejas.

Soy tu prisionera que ironía me creí de tu barco marinera, déjame escapar de la vida y de la muerte a un lugar donde no alcances mi corazón o mi mente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario